Obesidad y Diabetes Tipo 2

Cada año, el día 14 de noviembre se celebra el día Mundial de la Diabetes.

El día Mundial de la Diabetes fue introducido por la Federación Internacional de Diabetes y la Organización Mundial de la Salud en 1991, ante el preocupante aumento en la incidencia de la diabetes alrededor del mundo.

Además, cada 12 de noviembre se celebra el Día Mundial contra la obesidad, es curioso que coincidan dos días internacionales tan importantes en la misma semana, ya que, son dos enfermedades que están muy relacionadas.

La principal causa de diabetes mellitus tipo 2 es la obesidad, más de la mitad de la población mundial tiene obesidad o sobrepeso.

La incidencia de la obesidad y la diabetes tipo 2 en el mundo está aumentando de tal manera que la OMS (Organización Mundial de la Salud), ya habla de ellas como la “epidemia del siglo XXI”.

Según la OMS:

  • El número de personas con diabetes ha aumentado de 108 millones en 1980 a 422 millones en 2014.
  • La prevalencia mundial de la diabetes en adultos ha aumentado del 4,7% en 1980 al 8,5% en 2014
  • Se estima que en 2015 la diabetes fue la causa directa de 1,6 millones de muertes. Otros 2,2 millones de muertes fueron atribuibles a la hiperglucemia en 2012.
  • Aproximadamente la mitad de las muertes atribuibles a la hiperglucemia tiene lugar antes de los 70años de edad.
  • Según proyecciones de la OMS, la diabetes será la séptima causa de mortalidad en 2030.

Tal es la preocupación por la diabetes mellitus tipo 2, que recientemente se ha publicado una guía para el abordaje de la diabetes mellitus tipo 2 en la farmacia. Es una guía elaborada por farmacéuticos, médicos, enfermeros y pacientes para mejorar el seguimiento y la calidad de vida de las personas diagnosticadas con esta enfermedad.

¿Qué relación tiene la obesidad con la DMT2?

El principal factor de riesgo para desarrollar Diabetes Mellitus tipo 2 es el exceso de peso.

La edad, el sexo, predisposición genética, los antecedentes de diabetes gestacional, factores dietéticos, ingesta de alcohol, el tabaquismo, la inactividad física, prediabetes, hipertensión o dislipemias, raza o etnicidad, son otros factores de riesgo importantes para desarrollar esta enfermedad.

La relación entre estas dos enfermedades se debe a un fallo progresivo del páncreas que es incapaz de continuar produciendo la insulina adecuada, que coincide con un aumento progresivo de la resistencia a la insulina.  

Cuando una persona tiene sobrepeso u obesidad su cuerpo necesita producir más insulina para transportar la glucosa a las células que forman su tejido adiposo, además, el páncreas tiene que producir más insulina para mantener la glucosa en sangre dentro de los niveles normales. 

Este sobreesfuerzo provoca fatiga en el páncreas, y la consiguiente, reducción de capacidad de producción de insulina

Por otro lado, el exceso de peso puede producir una resistencia a la insulina, las células reducen la sensibilidad, no responden a la insulina y la glucosa no puede entrar en ellas.

Un aumento de grasa general, y más concretamente de los depósitos de grasa visceral y ectópica (grasa abdominal) está específicamente asociado con esta resistencia a la insulina.

¿Cómo podemos prevenir la obesidad y la DMT2?

Según los resultados del programa de prevención de la diabetes Diabetes Prevention Program, controlar el exceso de peso y reducir la grasa abdominal es vital para reducir la probabilidad de desarrollar la DMT2 y otras alteraciones metabólicas asociadas, retrasando la aparición de complicaciones.

Llevar una alimentación adecuada y practicar ejercicio físico son dos medidas muy importantes para controlar la glucemia y mantener un peso adecuado.

Las últimas recomendaciones de American Diabetes Association (ADA), sobre terapia nutricional en diabetes, nos indican que es importante promover y apoyar patrones de alimentación saludable, haciendo hincapié tanto en la variedad de alimentos saludables como en sus proporciones.

Además, American Diabetes Association (ADA) habla de la necesidad de individualizar los tratamientos. Debe quedar claro que cada persona tiene unas necesidades nutricionales específicas, que dependerá de su edad, peso, sexo y actividad física. Además, si el paciente tiene pautado un tratamiento farmacológico, las cantidades de alimentos deben ser ajustadas de acuerdo con ese tratamiento.

¿Cómo debe de ser la dieta de una persona con DMT2?

El paciente debe de llevar a cabo una alimentación como cualquier persona, dieta sana, equilibrada y suficiente.  Una alimentación tradicional, variada y de cercanía, utilizando recetas y técnicas culinarias adecuadas.

La alimentación pautada deberá incluir la proporción adecuada de hidratos de carbono, proteínas y grasas, de acuerdo con las necesidades individuales de cada persona.

Recomendaciones generales:

  • Reducir o eliminar, tanto como sea posible, la presencia de alimentos con azúcares añadidos, refrescos, zumos, miel, bollería industrial, los cereales refinados y alimentos precocinados.
  • Eliminar mantequillas, embutidos y carnes rojas.
  • Recomendar el consumo de alimentos ricos en fibra, preferiblemente, a través de verduras, hortalizas, frutas, legumbres, y cereales integrales.
  • Ingesta diaria, y en cada comida, de verduras y hortalizas.

En cuando a la proporción de los diferentes macronutrientes, tendremos en cuenta el Plato Saludable de Harvard, se trata de un método visual y fácil de seguir mediante la distribución de los diferentes grupos de alimentos en las proporciones adecuadas.

Algunas consideraciones del plato saludable:

  • El plato medirá unos 21 cm.
  • La mitad del plato será ocupada por verduras, hortalizas y frutas.

 Las verduras serán las protagonistas del plato.

  • Un cuarto del plato será aportado por las proteínas de origen vegetal u origen animal. Las proteínas de origen vegetal las encontramos en legumbres, soja y quinoa.

 Las proteínas de origen animal en pescado, carnes magras, huevos, lácteos y derivados. Las recomendaciones para los lácteos serían sin azúcares añadidos, ya que las últimas recomendaciones no aclaran que tengan que ser desnatados, pero si inciden, que sean sin azúcares añadidos.

  • Un cuarto del plato será aportado por granos integrales, tubérculos y legumbres.
  • El aporte de grasas debe ser en forma de grasas monoinsaturadas y ácidos grasos Omega 3 mediante la ingesta de pescado azul, frutos secos crudos o tostados, aceite de oliva virgen extra, aguacate y semillas.
  • La bebida de elección siempre el agua.

Otras recomendaciones:

  • Consumo moderado de sal
  • Edulcorantes: El uso de edulcorantes como el sorbitol y la fructosa pueden elevar la glucosa en sangre. Pueden sustituir la miel o el azúcar por edulcorantes tipo sacarina, glucósidos de esteviol, ciclamato o aspartamo. Lo ideal, sería no utilizar nada, y acostumbrar el palar al sabor real de los alimentos.
  • Eliminar o reducir el alcohol.
  • Revisa el etiquetado nutricional de los productos. Hay que productos en el supermercado que ofrecen una reducción, y no una eliminación, del contenido en hidratos de carbono, por lo que no se deben tomar de forma libre.

Finalizo con el lema de este año, diabetes y familia. Es una enfermedad que preocupa mucho a los profesionales sanitarios, a los pacientes y a sus familias, su prevención es posible, si disminuimos las cifras de obesidad y sobrepeso, mediante la adopción de medidas saludables, llevando a cabo unos hábitos alimentarios adecuados y con una actividad física adecuada.

Bibliografía:

  • Tratamiento nutricional médico en diabetes mellitus. En Krause. Dietoterapia. 13 ed.
  • Guía abordaje multidisciplinar a personas con diabetes mellitus tipo 2. OMS (Organización Mundial de la Salud)
  • Galería de imágenes libres de Flickr https://www.flickr.com/

 

Autora:

Dª. Mª Carmen Mohino Chocano

Farmacéutica y Nutricionista.