Semana Europea de la Vacunación 24-30 Abril, 2016

Con motivo de la celebración de la campaña “Semana Europea de la Vacunación”, el Ministerio  de Sanidad ha editado una Logoserie de materiales que incluyen carteles descargables (dirigidos a los profesionales sanitarios interesados en exponerlos), un folleto informativo con un decálogo sobre los beneficios de la vacunación (dirigido a la población), y un video de la campaña.

Beneficios de la vacunación

    • Salva vidas cada año.
    • Ayuda a combatir enfermedades, haciendo posible su control, eliminación y hasta incluso su erradicación.

 

    • Vacunarse es un acto de solidaridad, te protege a ti y nos protege a todos.

 

    • La vacunación es importante a lo largo de toda la vida, no acaba en la infancia.

 

    • Previene complicaciones de enfermedades infecciosas y algunos tipos de cáncer.

 

    • Proporciona beneficios sociales y económicos.

 

    • Es un derecho básico de los ciudadanos.

 

    • Forma parte de un estilo de vida saludable.

 

    • Las vacunas son seguras.

 

  • Aprovecha cualquier visita al centro de salud para comprobar si estás bien vacunado.

Todos estos materiales están disponibles en la web del Ministerio de Sanidad (www.msssi.gob.es/campannas/campanas16/VacunacionSE.htm). Además se puede acceder a un amplio espacio informativo sobre vacunación que incluye los calendarios vacunales actualizados de las diferentes Comunidades Autónomas, y otros apartados específicos con preguntas y respuestas sobre vacunación infantil, tosferina en embarazadas y meningitis B.

A continuación se indican algunos de los falsos mitos sobre la vacunación según la OMS (www.who.int/features/qa/84/es/)

Para mayor información, consulte a su farmacéutico.

Mitos-desmentidos-por-la-Organización-Mundial-de-la-Salud-OMS-en-relación-a-las-vacunas

Julio AndrJulio Andres Blogés Jácome

Farmacéutico Comunitario, Valdepeñas (Ciudad Real)

Vocal de Atención Farmacéutica, COF Ciudad Real

Alergia Primaveral

La alergia es una reacción anormal y exagerada de nuestro organismo ante sustancias que provienen del exterior y que en la mayoría de las personas resultan inofensivas, pero que en personas alérgicas desencadenan síntomas. Estas sustancias se denominan alérgenos.

La repetida exposición al mismo alérgeno producirá los síntomas típicos de la reacción alérgica. Una de las manifestaciones alérgicas más frecuentes es la rinitis alérgica.

Los alérgenos más comunes implicados en la alergia respiratoria son los pólenes, ácaros del polvo, epitelios de animales y hongos. Pero también existe alergia a los alimentos, a medicamentos, al veneno de abejas y avispas e incluso alergia por contacto con ciertas sustancias (por ej, eczema de contacto por alergia al níquel de los pendientes o de las correas metálicas de los relojes). En la alergia primaveral es el polen el principal causante de esta hipersensibilidad.

Durante los meses de abril y mayo se incrementan los síntomas de los pacientes alérgicos al polen. Estornudos, picor en los ojos y cansancio, son algunos de los síntomas que muchas personas comienzan a notar con la llegada de la primavera. Se trata de los síntomas de la conocida como alergia primaveral que afecta aproximadamente al 10-15% de la población. La causa es la polinización, es decir, la concentración de polen que se produce en el aire como consecuencia del ciclo reproductor de determinadas plantas. Además, cuanto más intensas hayan sido las lluvias al final del otoño y si las temperaturas han sido más elevadas de lo habitual, mayor será la polinosis y más intensos los síntomas que sufrirán las personas alérgicas.

Pero el descenso de la humedad ambiental y el aumento de la temperatura también propician el incremento de la alergia al polvo doméstico, es decir, a los ácaros. Por este motivo, las medidas preventivas se dirigen a evitar el contacto con estas sustancias.

En esta época del año las personas alérgicas deben tomar precauciones.

Por un lado, serán necesarias medidas preventivas. En el caso de la alergia primaveral tenemos que evitar el contacto con el polen, para ello debemos mantener las ventanas de la casa cerradas, especialmente durante las horas de sol, evitar los parques y jardines, utilizar gafas de sol al salir a la calle, reducir las actividades al aire libre, tender la ropa en el interior de las casas ya que se pega a las prendas.

Por otro, actuar con previsión, al margen de las medidas  preventivas existen dos opciones terapéuticas básicas: el tratamiento farmacológico, considerado como tratamiento de primera línea, que está dirigido principalmente a neutralizar o amortiguar los síntomas más característicos de los cuadros leves o moderados de alergia. Cuando no puede evitarse un alérgeno y el tratamiento farmacológico es insuficiente para aliviar los síntomas de la enfermedad, puede intentarse la hiposensibilización o desensibilización con el propio alérgeno, o inyectándolo en forma de extracto en dosis crecientes por vía subcutánea. En esto consiste el tratamiento inmunológico o inmunoterapia.

Si a pesar de todo se producen reacciones alérgicas habrá que utilizar una medicación específica para paliar la sintomatología: colirios para la conjuntivitis, broncodilatadores para el asma, descongestivos nasales para la rinitis, etc.

En relación a los ácaros, la limpieza y mantener la humedad ambiental por debajo del 60% y una temperatura interior de menos de 24º.

¿Y si fuera algo más que un simple estornudo? La alergia muchas veces se confunde con un resfriado debido a que los síntomas son muy parecidos. En ambos casos puede aparecer dolor de cabeza, estornudos, obstrucción nasal y lagrimeo de ojos entre otros síntomas.\r\n\r\nPara ayudar a diferenciarlos, tenemos el siguiente cuadro:

 

ALERGIA RESFRIADO COMÚN
Los síntomas aparecen De repente ante la exposición al alérgeno De forma progresiva
La duración de los episodios es Corta pero periódica, a veces unas horas Generalmente de 7 a 10 días
Se presenta en una época del año Frecuentemente Raramente
Fiebre No, nunca Sí, a veces
Mucosidad Acuoso y transparente Espesa y amarilla
Picor o prurito Picor nasal y/u ocular Raramente
En los ojos Lagrimeo Congestión
Estornudos Sí, frecuentemente y más de 5 seguidos Sí, a veces y menos de 5 seguidos
Nariz taponada Sí, alternando los dos lados Sí, taponada en un lado
Tos A veces Frecuentemente
Ronquera A veces Frecuentemente
Malestar general No Sí, pero leve

Desde la oficina de farmacia se realiza una labor preventiva, enmarcada en dos líneas de actuación fundamentales. Por un lado se detecta pacientes alérgicos no diagnosticados, derivándolos hacia el médico; y por otra parte se divulgan las medidas de tipo higiénico-sanitario destinadas a amortiguar el impacto de los alérgenos sobre los pacientes.

La detención de pacientes alérgicos puede realizarse tanto a través de los síntomas, como por la utilización reiterada de los medicamentos antes mencionados, en especial los medicamentos que no precisan prescripción facultativa. También es importante que aquellas personas que sufren por primera vez la sintomatología característica de la alergia primaveral acudan al alergólogo para someterse a un estudio que determine el tipo de alérgenos a los que se ha sensibilizado.

No lo olvide, pregunte siempre a su farmacéutico, él le informará sobre estas y otras cuestiones relacionadas con la salud y el medicamento

Anastasio DelFoto Anastasio bloggado Casas

Farmacéutico adjunto

Colegiado 833. COF Ciudad Real

Antibióticos siempre con receta

Un uso responsable de los antibióticos permite beneficiarse individual y colectivamente

El descubrimiento de la Penicilina en el año 1929 por Fleming, supuso un antes y un después para la humanidad dando comienzo la era de los antibióticos.

En la era pre-antibiótica una de las causas habituales de muerte para los individuos eran las infecciones comunes como la tuberculosis, la neumonía, las producidas por heridas… especialmente en la infancia.

Si con el descubrimiento de los antibióticos, ya parecía que estaban superadas estas infecciones, ¿qué está pasando que hay que utilizar más cantidad (dosis), o cambiar de un antibiótico a otro para controlar las mismas infecciones que antes?, la respuesta está en las propias bacterias. Las bacterias de forma natural generan un proceso por el que se hacen resistentes, es decir, desarrollan “armas” (cambios en su ADN) que les permiten sobrevivir a ambientes adversos para ellas.

La resistencia a los antibióticos amenaza la medicina moderna tal como la conocemos: Profilaxis en las operaciones (antibióticos administrados al inicio de la intervención quirúrgica), en los partos, a los niños prematuros, en aquellas enfermedades que bajan las defensas (inmunodepresión) como los trasplantes, los tratamientos del cáncer y tantas otras.

El desarrollo de resistencia a los antibióticos está considerado como uno de los mayores problemas de salud pública que tenemos que afrontar. Y es que a día de hoy en Europa fallecen 25.000 personas al año por complicaciones relacionadas con esta causa, que se estima que para el año 2050 asciendan a 390.000.

Todas las organizaciones internacionales dedicadas a proteger la salud de la población, reconocen la importancia de promover medidas para preservar la eficacia de los antibióticos, frente al desarrollo constante de las resistencias bacterianas.

Es una responsabilidad compartida entre las administraciones públicas, los profesionales sanitarios y, todos como ciudadanos para que juntos formemos parte de la solución. Un uso adecuado de los antibióticos es la mejor herramienta para evitar las infecciones resistentes.

La pregunta que tenemos es: ¿Cómo podemos hacer un uso responsable de los antibióticos y, así seguir combatiendo las infecciones?

La respuesta es que siempre el tratamiento con antibióticos debe ser con receta (prescripción médica).

El médico es el profesional sanitario que diagnostica si hay o no una infección, conoce si la infección es por bacterias y los antibióticos son necesarios o si la infección es por un virus como en la gripe y los antibióticos no ayudarán a mejorar.

A menudo, tenemos en el botiquín envases con restos de tratamientos anteriores y empezamos a tomarlos porque “si es lo que me mandó tomar el médico la otra vez ”. Y no nos damos cuenta, que el médico cuando receta un antibiótico valora el beneficio de controlar la infección y, de que mejoremos, frente a los efectos negativos. Los antibióticos pueden ocasionar alergias bien la primera vez que se toman o en veces posteriores, pueden producir diarreas y destruir la flora bacteriana beneficiosa propia que nos protege de la colonización de bacterias patógenas (las bacterias dañinas ocupan el lugar) y si esto ocurre se tendrán más infecciones.

En las infecciones de piel no siempre es necesario un antibiótico por vía oral y, es suficiente con un tratamiento tópico (cremas).

En las infecciones de orina el médico valorará la frecuencia (cuántas veces) y si hay que hacer cultivo microbiológico (determinar qué bacteria) previo a tomar antibióticos.

Los antibióticos pueden presentar interacciones con otros medicamentos, al ingerir un mismo paciente varios medicamentos puede que haya que aumentar o disminuir la dosis (cantidad) de alguno de ellos, ingerir un protector adicional para evitar daño en el hígado, los riñones, la mucosa gástrica (evitar úlceras).

En definitiva, un uso responsable de los antibióticos nos permitirá beneficiarnos de manera individual y colectiva.

Para más información:

http://www.aemps.gob.es/laAEMPS/eventos/AEMPS/2015/J-dia-europeo-uso-prudente-antibioticos-2015.htm

Marta Arteta JimMarta Arteta 2énez

Facultativo Especialista Farmacia Hospitalaria .Hospital Santa Bárbara. Gerencia Atención Integrada Puertollano

Vocal Farmacia Hospitalaria Colegio Oficial Farmacéuticos Ciudad Rea