Insomnio, un problema habitual

El sueño es una necesidad biológica que permite restablecer las funciones físicas y psicológicas esenciales para un pleno rendimiento.

La falta de sueño es un trastorno de gran importancia y el insomnio es considerado un factor de riesgo para muchas patologías.

El insomnio es una alteración de la conciliación, duración, consolidación o calidad del sueño, que ocurre pese a existir circunstancias adecuadas para dormir, y que se acompaña de un malestar o deterioro significativo en el ámbito social, laboral y académico, entre otros.

Son muchos los motivos por los que se pueden presentar problemas para dormir: el estrés, la edad, el consumo de tabaco y de bebidas estimulantes, existiendo así mismo medicamentos y enfermedades que pueden producir insomnio.

En función de su duración, el insomnio puede ser transitorio, agudo (si dura de 2 a 4 semanas) y crónico si la alteración del sueño dura mas de tres meses.

El insomnio puede ser de conciliación si el paciente tiene dificultades en quedarse dormido o de mantenimiento si se despierta con frecuencia durante la noche, este último suele estar mas ligado a problemas psíquicos y médicos ligados al envejecimiento.

Los trastornos del sueño constituyen un motivo de consulta muy frecuente en la farmacia y en muchos casos, se solucionan con cambios en el estilo de vida y pautas de higiene del sueño, alguna de las cuales son las siguientes:

  • Mantener unos horarios regulares, intentando despertarse y acostarse todos los días más o menos a la misma hora.
  • Mantener unas condiciones ambientales apropiadas: temperatura adecuada (alrededor de 18 ºC), ausencia de ruidos y luz, etc.
  • Evitar siestas largas durante el día.
  • Esperar una o dos horas para ir a dormir después de comer. Tampoco es conveniente irse a la cama con hambre.
  • Limitar el consumo de café, té o refrescos de cola, sobre todo a partir de las 17 horas. También es conveniente limitar el consumo de alcohol y de tabaco, sobre todo por la noche.
  • Realizar ejercicio físico de manera regular durante el día. El ejercicio debe ser suave durante al menos una hora, con luz solar y siempre, al menos, tres horas antes de ir a dormir.
  • Practicar técnicas de relajación antes de acostarse puede ayudar a conciliar y mejorar la calidad del sueño

Si esto no funciona, el farmacéutico puede indicar algún medicamento que no precise receta médica que puede ayudar a mejorar el problema del insomnio. Entre estos remedios podemos citar la doxilamina y la difenhidramina, útiles en el insomnio ocasional, la melatonina, útil en el insomnio de conciliación asociado a la edad, y plantas medicinales como la melisa, la amapola de california, la valeriana o el espino blanco.

En el caso de que la falta de sueño persistiera, se debe acudir al médico para que sea éste el que establezca el tratamiento adecuado. Es importante evitar la automedicación, lo que es bueno para la vecina o un familiar puede no funcionar o incluso llegar a ser perjudicial en otros casos.

Recordemos siempre que una buena higiene del sueño resuelve el problema en la mayoría de los casos

Sagrario Pérez de Agreda Galiano                                          Farmacéutica del Centro de Información del Medicamento         Colegio Oficial de Farmacéuticos de Ciudad Real