Alergias a medicamentos

Muchas veces no somos conscientes de la importancia que tiene hacer un uso racional del medicamento, evitando en todo momento la automedicación, como muy bien se informa siempre desde las oficinas de farmacia.

Igualmente escuchamos en nuestro entorno, manifestaciones adversas e incluso reacciones más graves, tras la toma de algunos medicamentos.

Precisamente por el interés que despierta este tema, vamos a intentar explicar aquellos datos más interesantes al respecto, con el fin de valorar esas posibles reacciones ocasionadas por algunos medicamentos.

Los medicamentos tienen como función curar enfermedades, pero sin embargo en ocasiones pueden causar problemas. Dentro de las reacciones adversas a fármacos se encuentra cualquier efecto perjudicial o no deseado que ocurre tras la administración de un medicamento, son dos tipos fundamentalmente:

  • Las más comunes son las debidas a problemas causados porque el medicamento resulta irritante para el aparato digestivo con dolor abdominal o vómitos o porque causa una alteración de la flora intestinal y causa diarrea. Estos trastornos se acentúan por sobredosificación o en tratamientos prolongados y son fácilmente predecibles y controlables. Ocurren con frecuencia con los antibióticos y los antiinflamatorios.
  • Otras reacciones se deben a una respuesta del organismo no predecible y por tanto difícil de evitar. Dentro de estas últimas están las reacciones alérgicas, que son producidas por un mecanismo inmunológico.

Llegado este momento, se puede decir que una reacción alérgica a un medicamento se produce cuando el sistema inmunológico de una persona reconoce a un determinado medicamento como alérgeno y produce una reacción específica contra esta sustancia. En la mayoría de los casos se trata de una reacción semejante a la que se produce contra el polen, ácaros del polvo, hongos, epitelios de animales o los alimentos, es decir, el organismo fabrica una sustancia, la Inmunoglobulina E, que se une al medicamento y a través de una respuesta inmunológica provoca la suelta de una cascada de mediadores que provocan los síntomas.

La verdadera alergia es poco frecuente en niños. La mayoría de los niños en quienes se sospecha, cuando se estudia se ve que no tienen una verdadera alergia. Es más frecuente en adultos. Por otro lado, la alergia a medicamentos no se hereda, se puede heredar una cierta predisposición, una facilidad general para hacerse alérgico, pero no en concreto a los medicamentos sino a cualquier cosa, sobre todo a las sustancias ambientales que se respiran. Por esto, aunque un familiar tenga alergia a un medicamento como penicilina u otros, no es necesario estudiar a ver si el niño tiene alergia.

En general, para que se dé una reacción inmunológica tiene que haber más de un contacto. En la primera ocasión en que se toma un medicamento no se suele tener alergia, a partir de la segunda, la tercera o tras muchas ocasiones, puede llegar a aparecer una reacción alérgica.

Cada familia de medicamentos suele tener varios medicamentos diferentes pero con mucho parecido entre sí, de esta manera, se puede reaccionar a un medicamento de esa familia la primera vez que se toma, si previamente se ha tenido reacción con otro similar. En algunos casos de reacciones de hipersensibilidad, podemos ver reacciones en la primera ocasión en que se toma el medicamento, pero estas reacciones aparecen tras muchos días de tomarlos y son poco frecuentes.

Algunos medicamentos se toman puros, pero otros vienen preparados con una serie de aditivos, conservantes o colorantes que también pueden causar reacciones.

Respecto a los síntomas que provoca, pueden ser variados. Los más conocidos aparecen de forma inmediata y pueden ser los que ocurren en la piel (cutáneos), generalmente erupciones, exantemas (enrojecimiento), urticaria con habones, angioedema (inflamación), pero también pueden producirse síntomas respiratorios, digestivos o de otro tipo.

El cuadro más grave es la ANAFILAXIA, suele comenzar antes de los 30 minutos de la toma del medicamento con síntomas progresivamente graves desde picor, urticaria, angioedema, dificultad respiratoria, asma grave, hipotensión y finalmente mareo y pérdida de conciencia (shock). Este cuadro necesita tratamiento urgente e inmediato ya que puede poner en peligro la vida del paciente.

Cualquier medicamento puede producir una reacción alérgica, pero los medicamentos que causan más alergia en niños son lógicamente los que son usados con más frecuencia porque el uso facilita la sensibilización. En estos últimos años la mayoría de las consultas son por reacciones con las penicilinas y derivado entre los antibióticos (antibióticos betalactámicos) y con el ibuprofeno entre los antiinflamatorios y antitérmicos (AINES o antiinflamatorios no esteroideos).

En otras épocas en que se utilizaban mucho las sulfamidas o anteriormente con antibióticos inyectables como la estreptomicina la mayor parte de reacciones se producía con estos medicamentos. También se suele sospechar de anestésicos, tanto generales como anestésicos locales. Se debe investigar también siempre si la reacción se debe al látex de los guantes que usan enfermeras, médicos y dentistas.

Por último, ante una reacción adversa del tipo que sea, suspenda el medicamento y consulte a su médico, él le aconsejará qué debe hacer y valorará el estudio de la Historia Clínica completa, realizando las pruebas necesarias para llegar al diagnóstico determinante de alergia o no  a un medicamento.

Si la reacción es grave, con afectación del estado general, acuda de inmediato a un servicio de Urgencias.

Anastasio Delgado Casas

Farmacéutico

Torre de Juan Abad