Un uso responsable de los antibióticos permite beneficiarse individual y colectivamente
El descubrimiento de la Penicilina en el año 1929 por Fleming, supuso un antes y un después para la humanidad dando comienzo la era de los antibióticos.
En la era pre-antibiótica una de las causas habituales de muerte para los individuos eran las infecciones comunes como la tuberculosis, la neumonía, las producidas por heridas… especialmente en la infancia.
Si con el descubrimiento de los antibióticos, ya parecía que estaban superadas estas infecciones, ¿qué está pasando que hay que utilizar más cantidad (dosis), o cambiar de un antibiótico a otro para controlar las mismas infecciones que antes?, la respuesta está en las propias bacterias. Las bacterias de forma natural generan un proceso por el que se hacen resistentes, es decir, desarrollan “armas” (cambios en su ADN) que les permiten sobrevivir a ambientes adversos para ellas.
La resistencia a los antibióticos amenaza la medicina moderna tal como la conocemos: Profilaxis en las operaciones (antibióticos administrados al inicio de la intervención quirúrgica), en los partos, a los niños prematuros, en aquellas enfermedades que bajan las defensas (inmunodepresión) como los trasplantes, los tratamientos del cáncer y tantas otras.
El desarrollo de resistencia a los antibióticos está considerado como uno de los mayores problemas de salud pública que tenemos que afrontar. Y es que a día de hoy en Europa fallecen 25.000 personas al año por complicaciones relacionadas con esta causa, que se estima que para el año 2050 asciendan a 390.000.
Todas las organizaciones internacionales dedicadas a proteger la salud de la población, reconocen la importancia de promover medidas para preservar la eficacia de los antibióticos, frente al desarrollo constante de las resistencias bacterianas.
Es una responsabilidad compartida entre las administraciones públicas, los profesionales sanitarios y, todos como ciudadanos para que juntos formemos parte de la solución. Un uso adecuado de los antibióticos es la mejor herramienta para evitar las infecciones resistentes.
La pregunta que tenemos es: ¿Cómo podemos hacer un uso responsable de los antibióticos y, así seguir combatiendo las infecciones?
La respuesta es que siempre el tratamiento con antibióticos debe ser con receta (prescripción médica).
El médico es el profesional sanitario que diagnostica si hay o no una infección, conoce si la infección es por bacterias y los antibióticos son necesarios o si la infección es por un virus como en la gripe y los antibióticos no ayudarán a mejorar.
A menudo, tenemos en el botiquín envases con restos de tratamientos anteriores y empezamos a tomarlos porque “si es lo que me mandó tomar el médico la otra vez ”. Y no nos damos cuenta, que el médico cuando receta un antibiótico valora el beneficio de controlar la infección y, de que mejoremos, frente a los efectos negativos. Los antibióticos pueden ocasionar alergias bien la primera vez que se toman o en veces posteriores, pueden producir diarreas y destruir la flora bacteriana beneficiosa propia que nos protege de la colonización de bacterias patógenas (las bacterias dañinas ocupan el lugar) y si esto ocurre se tendrán más infecciones.
En las infecciones de piel no siempre es necesario un antibiótico por vía oral y, es suficiente con un tratamiento tópico (cremas).
En las infecciones de orina el médico valorará la frecuencia (cuántas veces) y si hay que hacer cultivo microbiológico (determinar qué bacteria) previo a tomar antibióticos.
Los antibióticos pueden presentar interacciones con otros medicamentos, al ingerir un mismo paciente varios medicamentos puede que haya que aumentar o disminuir la dosis (cantidad) de alguno de ellos, ingerir un protector adicional para evitar daño en el hígado, los riñones, la mucosa gástrica (evitar úlceras).
En definitiva, un uso responsable de los antibióticos nos permitirá beneficiarnos de manera individual y colectiva.
Para más información:
http://www.aemps.gob.es/laAEMPS/eventos/AEMPS/2015/J-dia-europeo-uso-prudente-antibioticos-2015.htm
Facultativo Especialista Farmacia Hospitalaria .Hospital Santa Bárbara. Gerencia Atención Integrada Puertollano
Vocal Farmacia Hospitalaria Colegio Oficial Farmacéuticos Ciudad Rea