Como elegir bien un buen fotoprotector

Empieza el  verano ySol y playa no debemos olvidar un producto básico en estos meses de sol y playa: la crema solar.

La oferta de fotoprotectores es tan amplia, que cuesta decidirse y es difícil saber elegir el que mejor nos va.

Empecemos por decir que un fotoprotector es un producto cosmético que contiene filtros solares (físicos o químicos) que nos protegen de los daños que las radiaciones ultravioleta e infrarrojas.

Para elegir un fotoprotector hay que tener en cuenta una serie de factores:

 

    • El fototipo, o capacidad de respuesta al sol que tiene cada persona.

 

Los fototipos se determinan en función del tono de la piel, color del pelo, y la facilidad del individuo broncearse o quemarse

Cuanto menor sea el fototipo, más alto tiene que ser el factor de protección del producto que se va a utilizar.

  • El tipo de piel

A las pieles secas les va bien las texturas tipo crema o leche que aportan un extra de hidrataciónA las pieles grasas o acneicas les va bien las texturas ligeras, no comedogénicas, oil free, que no aportan grasa.

Para hombres, hay texturas tipo gel (menos grasas) y mucho más fluidas.

Para  pieles reactivas o alérgicas al sol o si hay riesgo de fotosensibilidad  por uso de medicamentos, el índice de fotoprotección del producto utilizado debe ser muy alto, y conviene saber que en general los filtros físicos son menos alergénicos que los químicos

  • La edad de la persona que lo va a usar

Esto es especialmente importante en el caso de niños y ancianos

Los niños menores de 6 meses no deberían exponerse al sol en ninguna ocasión; antes que usar un filtro solar es preferible protegerlos en la sombra y con ropa.

En los niños deberíamos evitar en lo posible los filtros químicos, ya que pueden ser absorbidos por la piel del niño e irritarla. Es preferible usar filtros físicos. También es conveniente que  sean resistentes a la humedad y a la fricción.

En el caso de los ancianos, se deben elegir formas de fácil aplicación como las leches en spray.

  • Donde se va a usar: mar, montaña,

A mayor altitud, la intensidad de la radiación solar es más elevada, por lo tanto, el factor de protección que utilicemos deberá ser más alto

También debemos tener en cuenta que la nieve, el agua y la arena reflejan la radiación solar en mayor cuantía que la hierba. Luego cuando  tengamos previsto ir a la playa o a la montaña, debemos elegir un producto de alto nivel de protección

Para terminar, vamos a recordar cómo se debe usar un fotoprotector:

  • Se debe aplicar de 15 a 30 minutos antes de la exposición solar sobre la piel seca
  • Si se usa maquillaje, se debe aplicar debajo del maquillaje.
  • Usar la cantidad necesaria que cubra toda la piel correctamente. Es preferible no escatimar en producto, ya que si la capa no es lo suficientemente gruesa no protegerá y perderá eficacia.
  • Aplicar por zonas no tan visibles. Orejas, pies y manos, detrás de las piernas y especialmente en zonas en las que hay poco vello.
  • Repetir la aplicación cada 2 horas y más a menudo si nos estamos mojando

Recordar por último que los filtros solares tienen fecha de caducidad, y pierden eficacia si el producto se usa caducado.

Asimismo, una vez abierto el producto su estabilidad suele ser de 6 meses.

Sagrario  Perez de Agreda Galiano  Farmaceutica Colegio Oficial de Farmaceuticos Ciudad Real

Sagrario Perez de Agreda Galiano
Farmaceutica Colegio Oficial de Farmaceuticos Ciudad Real

Las altas temperaturas y el buen uso de los medicamentos

Las temperaturas elevadas del verano pueden influir en los tratamientos farmacológicos, particularmente en los de pacientes crónicos y ancianos, la mayoría de ellos polimedicados.

Grupos de riesgo

Personas de edad avanzada, lactantes, niños, dependientes, crónicos y polimedicados son los grupos de pacientes más susceptibles de padecer problemas relacionados con el calor. Pero también deberán extremar las precauciones los pacientes tratados con determinados medicamentos como es el caso de los diuréticos, que pueden facilitar la pérdida de líquidos, y de los antidepresivos y tranquilizantes, que impiden que el organismo pierda calor.

También hay medicamentos que aumentan los efectos del calor, como por ejemplo los antihipertensivos, que disminuyen la presión arterial. Asimismo, la deshidratación puede aumentar el efecto del medicamento, reduciendo la eliminación del fármaco.

Recomendaciones sobre el buen uso de los medicamentos en caso de ola de calor

  • Controlar regularmente junto al médico el estado de hidratación.
  • Revisar con el médico los fármacos que está tomando, identificando aquellos que pueden alterar la adaptación del organismo al calor y suprimir los inadecuados o que no sean indispensables.
  • Evitar la toma de antinflamatorios no esteroideos (AINE) cuando haya riesgo de deshidratación.
  • No tomar paracetamol en caso de insolación, ya que no es eficaz.
  • Tener precaución con los diuréticos, ya que se debe compensar la ingesta de líquidos y de sodio.
  • No tomar ningún medicamento sin consejo médico, incluidos los fármacos sin receta.
  • No reducir ni interrumpir los tratamientos sin consultar al médico.

Conservación de los medicamentos

En caso de ola de calor hay que extremar los cuidados con el fin de evitar que el medicamento se vea afectado y se ponga en riesgo su eficacia o su seguridad. Se deben observar las condiciones especiales de conservación que figuran en el envase de cada medicamento, ya que existen medicamentos que deben conservarse entre 2 y 8°C o a una temperatura inferior a 25 ó 30°C y otros medicamentos que  no tienen menciones específicas de conservación.

En caso de temperaturas elevadas los medicamentos que se conservan entre 2 y 8°C deben utilizarse tan pronto como se hayan sacado del frigorífico. A la hora de transportarlos se puede utilizar un embalaje isotérmico refrigerado pero sin congelar el producto.

En cuanto a los medicamentos conservados a una temperatura inferior a 25 ó 30°C, no tiene consecuencias negativas el rebasar puntualmente (algunos días o algunas semanas) dichas temperaturas aunque se debe evitar la exposición prolongada. En caso de transporte se aconseja utilizar embalaje isotérmico no refrigerado.

En aquellos medicamentos conservados a temperatura ambiente, no debe preocupar la exposición de estos medicamentos a altas temperaturas, como las observadas durante los períodos de ola de calor.

Formas farmacéuticas como supositorios, óvulos y cremas, son bastante sensibles a temperaturas elevadas. Normalmente, estos productos suelen tener un aspecto diferente del habitual tras una exposición a altas temperaturas, por lo que resulta fácil pensar que no se encuentran en buen estado y no deben ser consumidos.

En definitiva, una mala conservación de los medicamentos puede provocar problemas de salud, que podrían evitarse si los medicamentos se conservan en lugares secos, frescos y no expuestos directamente a la luz del sol, ni a temperaturas elevadas.

Para obtener más información se recomienda consultar la página de Internet del Ministerio donde se describe el Plan de Prevención de Efectos de Altas Temperaturas.

Foto Eduardo QuintanaEduardo Quintana Tirado.

Farmacéutico Comunitario de Terrinches.

Vocal de Farmacia Rural del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Ciudad Real.